Un No a Tiempo es una Oportunidad
Me daba miedo estar rechazando una oportunidad inigualable, pero elegí la ilusión.
Un ‘No’ no comunicado pesa mucho en el cuerpo. La semana pasada estuve en Madrid, en la fase final del casting para un programa de televisión en el que pensaba que quería participar, pero en mi cuerpo ocurría algo que mi cabeza no había podido decodificar aún.
La tele parece ser esta plataforma de infinitas oportunidades, y siguiendo ese hilo de pensamiento me lancé a explorar esta invitación que me habían extendido. El proceso de casting fue largo pero rápido y no me dio tiempo a pensar si realmente quería esto para mí. Hasta que el último momento me vi dentro y todo mi cuerpo gritó NO.
Tuve que encerrarme en el baño, abrumada y completamente exhausta, a llorar en mitad de entrevistas y pruebas. No entendía qué estaba pasando. Creía que estaba teniendo una recaída de la gripe que estaba terminando pero, en realidad, era mi yo interior avisando.
Cuando llegué a casa esa noche me senté a pensar.
Estuve cuatro horas deliberando.
Me puse en la situación de entrar y se me cerró la garganta. Me imaginé en la tele durante dos o tres meses y se me erizó la piel.
Y miré a lo que estaría dejando atrás o aplazando.
Miré los proyectos por los que llevo meses trabajando y están a punto de caramelo para salir. Sentí la ilusión que me hace levantarme cada día para trazar este nuevo camino en mi carrera profesional, y el hambre que tengo de aprender y desarrollar nuevas habilidades para hacer un mejor trabajo. Y se me encendía el alma.
¿Y lo iba a parar todo por aparecer en un programa de televisión que nada me iba a acercar a las cosas que quiero aprender ahora? No.
Por supuesto que no. Algo había apagado el interruptor dentro de mí esa semana. En el momento en el que llegué a Madrid, toda la energía de mi cuerpo se desvaneció. Era extraño, hasta mi madre (o por supuesto que mi madre, las madres lo saben todo) se dio cuenta. Sólo podía sacar fuerzas para dormir –o trabajar en el proyecto que estoy desarrollando– toda otra actividad y la preparación de la prueba final para el casting pesaba una tonelada.
La energía no volvió hasta que dije ‘No’.
Me daba miedo estar rechazando una oportunidad inigualable, pero elegí la ilusión. Y a la mañana siguiente sentí plena felicidad y ligereza, paz.
Un ‘No’ no sentido y no comunicado pesa mucho en el cuerpo.
Un ‘No’ elegido es un regalo de ti para ti, una puerta a un lugar que es un ‘Sí’.
Parece que 2024 es el año de los sueños. No quiero adelantar nada hasta que no firme el contrato, pero pronto os cuento. Os va a encantar.
Y el show de YouTube del que os hablo siempre esta rompiendo el cascarón. Se me escapa una sonrisa al pensar en lo que se viene.
Pronto más.
Estoy leyendo National Geographic como elixir para el alma. Los mapas, las historias, las personas realizando ese trabajo. Es una de mis mayores inspiraciones en mi carrera.
La revista que estoy estudiando es ‘Atlas de la Biblia’, que cuenta la historia de la Biblia hebrea y cristiana a través del mapa. Me ha dado perspectiva en cuanto al contexto histórico del conflicto en Gaza.
Otros vídeos que me han ayudado a entender más sobre el conflicto han sido:
Esta serie de Johnny Harris para Vox sobre asentamientos israelitas en Palestina. Es de hace 7 años, pero explica la división del territorio y es relevante hoy.
Este vídeo de Sam Ellis para Search Party explicando la historia de Israel y Palestina desde 1947 (el año de la partición del país en un doble estado) hasta hoy.
Unos amigos coleccionistas de fósiles han encontrado uno de los ejemplares más espectaculares del depredador más temible del océano en el Jurásico. ¡Mirad!
Cuando aprendí que el Everest tiene el nombre del tipo de barba blanca que midió la altura de la montaña, se me cayó la mandíbula al suelo. El nombre nativo del Everest es precioso, te lo cuento:
¿Recuerda haberle dicho que no a algo y que otra cosa mejor entrase en tu vida?
¡Hasta el mes que viene!
Sólo me queda decirte nuevamente, gracias Claudia por ser inspiración 🤎.